Controlar la temperatura, eliminar la humedad y filtrar el aire son solo algunos de los beneficios que un ofrece tener un equipo de aire acondicionado en un espacio residencial. Afortunadamente, las adaptaciones que se deben hacer para instalar uno no son tan costosas ni tan difíciles de lograr, como muchas veces se piensa.
Los servicios de instalación y el mantenimiento de equipos de aire acondicionado están cada día más al alcance del consumidor, ya que el número de empresas y de personal técnico dedicados a esta labor, ha aumentado. La razón es que, de acuerdo con la International Energy Agency -una organización que promueve la energía adquirible y limpia-, la demanda de los equipos ha ido en aumento durante los últimos años e incluso se espera que se triplique para el 2050.
Aire acondicionado para uso residencial: ¿qué se necesita para su instalación?
Lo primero que necesitas saber es cuál es el que se adaptará mejor a tu hogar. La recomendación es que sea un equipo pequeño, ya que son los de fácil instalación. Estos son los tres tipos más recomendados:
- Tipo portátil
Su instalación es económica, ya que no es necesario romper paredes y una vez instalado, climatiza adecuadamente una habitación pequeña.
Para su instalación se requiere: conectar uno de sus extremos a un contacto que esté dentro de la habitación, y el otro, conectarlo en el exterior para que salga el aire caliente.
- Tipo Mini split
Este equipo tiene dos partes, una evaporadora (va en el interior de la habitación) y una condensadora (se coloca en el exterior), lo que ayuda a que el ruido que genere sea el mínimo. Su correcta instalación depende de una visita previa de un técnico que pueda valorar cuál es el mejor lugar para colocarlo.
Para su instalación se requiere de dos kits de fijación que, por lo general, vienen incluidos con el equipo. Lo recomendable es contar con la ayuda de un profesional que conozca las condiciones de los espacios, tanto de la habitación como de la azotea.
- Tipo ventana
Son económicos, su instalación es sencilla debido a que no requiere de mucho espacio y puede conectarse a cualquier contacto.
Para su instalación se requiere: un hueco en la pared o una ventana y un kit de fijación. La ventaja es que la instalación se puede hacer fácilmente y no es definitiva, ya que si en algún momento necesitas trasladarlo a otra habitación, lo puedes hacer sin problema.
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